Con una entretenida y motivadora sesión de cuentacuentos para vencer los miedos y hacerle frente a los desafíos, las alumnas de cuarto y quinto año básico del colegio Leonardo Da Vinci, le dijeron sí a la vacuna contra el Virus Papiloma Humano (VPH), a fin de prevenir el cáncer del cuello de útero.
Hasta el establecimiento educacional, llegaron la intendenta Gladys Acuña; la seremi de Salud, Giovanna Calle; y el director (s) de la Dirección de Salud Municipal (Disam), Gastón Serazzi, quienes felicitaron a la directora Yanett Bravo, su equipo docente y, principalmente, a las valientes estudiantes que accedieron de manera voluntaria a inmunizarse.
Durante la jornada, la máxima autoridad regional destacó que, a la fecha, la región de Arica y Parinacota, es la que presenta mayor cobertura de adherencia en todo el país, lo que significa que se ha tomado conciencia de la importancia que tiene esta vacuna.
“Estamos cumpliendo con un importante y potente compromiso que asumió la presidenta Michelle Bachelet el año 2014, que es aplicar de manera gratuita la vacuna contra el VPH, que previene el cáncer cervicouterino, y lo más importante es destacar que así lo ha entendido la ciudadanía ya que nuestra región es la que lleva la delantera a nivel nacional, con una cobertura del 41,5%, versus un 20% que promedia el resto de las regiones del país. Es por eso que hoy estamos en el colegio Leonardo Da Vinci, contándoles a las alumnas la importancia que tiene esta política pública y el trabajo que realiza la Seremi de Salud”, indicó la intendenta.
Este año son 3.301 niñas las que se tienen que vacunar contra el VPH en nuestra región, y actualmente los equipos han vacunado unas 1.400.
Al respecto, la seremi Giovanna Calle, explicó que “los buenos resultados obtenidos al día de hoy son parte del trabajo realizado durante los últimos años, en coordinación con el Servicio de Salud y la Disam, con el objetivo de proteger a nuestras niñas del Virus Papiloma y eventuales muertes en edad reproductiva”.
“Hasta el año 2013, la vacuna contra el VPH la podían adquirir sólo quienes pudieran costearla. Pero desde el 2014, y como parte de una política pública del Gobierno de la Presidenta Bachelet, se garantizó en Chile que todas las niñas pudieran acceder a ella en forma gratuita, dando un nuevo paso en equidad en Salud”, agregó.
Asimismo, Calle enfatizó que la vacuna utilizada es segura y efectiva, a la luz de la evidencia de millones de dosis administradas en el mundo. Los estudios indican que los efectos adversos de la vacuna no son diferentes a los que pueden ocurrir con otras vacunas (dolor, inflamación en el sitio de la inyección, y raramente, sensación de fatiga que puede llegar al desmayo). Esto último se asocia más a la situación de ansiedad y temor que provoca cualquier vacunación con productos inyectables que a la acción de la vacuna misma.
El director (s) de la Disam, relevó la tarea de la atención primaria y el trabajo de redes, por cuanto se trata de prevenir una problemática de salud a la que están expuestas las mujeres. “Acá están nuestros equipos de trabajo, vacunando a niñas de cuarto y quinto básico en pos del combate frontal contra el cáncer cervicouterino”, sentenció Serazzi.
ANTECEDENTES
El VPH es el mayor causante del cáncer de cuello de útero. Según los últimos estudios, al año 2014 fallecieron seis mujeres en nuestra región por esta causa, mientras que a nivel país son más de 600 mujeres en edad reproductiva, de 15 a 44 años, las que mueren al año.
La aparición del cáncer de cuello uterino es más frecuente entre los 35 a 55 años. Debido a que el tiempo entre la infección por VPH y el desarrollo del cáncer es de 20 años en promedio, las personas con más riesgo de infectarse son los adolescentes y menores de 25 años. Por ello, se recomienda la vacunación a la edad más temprana posible.
La vacuna requiere de dos dosis, con un intervalo de tiempo de un año entre la primera y segunda dosis. Con el objetivo de proteger a todas las niñas que egresaran de la educación básica contra el Virus del Papiloma Humano, el año 2015 se ejecutó una campaña de puesta al día y se vacunó con una primera dosis a las niñas que cursaban 6º básico (11 años) y 7º básico (12 años), finalizando la estrategia el año 2016, donde se administró una segunda dosis en 7° y 8° año básico.