La intendenta María Loreto Letelier, lamentó profundamente que la oposición haya rechazado el reajuste presentado por el Gobierno. “Aumentaba de $276.000 a $301.000 el salario mínimo a marzo de 2020. Es decir, $25 mil adicionales que equivale a un 9% de reajuste nominal, muy por encima de todos los reajustes que se dieron en el gobierno anterior y que fueron votados favorablemente por quienes hoy día lo rechazaron”, sostuvo.

Aludiendo a la votación en la Cámara de Diputados, la máxima autoridad de la región, expresó: “El trabajo parlamentario tiene consecuencias. Lo que hacen nuestros diputados y senadores en Valparaíso o favorece o no a los habitantes del país y, particularmente, de Arica y Parinacota. El diputado Vlado Mirosevic votó en contra, junto al bloque opositor, el proyecto que impulsa el Gobierno para aumentar responsablemente el salario mínimo. Y eso no suma. Las familias y sobre todo los trabajadores de menos recursos de nuestra región merecen explicaciones". sentenció la intendenta Letelier.

Afirmó que  “la postura de ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio tiene un claro sesgo político electoral”, porque están interesados que esta discusión se realice justo antes de las próximas elecciones municipales y de gobernadores, que se realizarán en octubre de 2020, mientras que el Gobierno quiere que sea después de los comicios. “Se trata de la utilización política de un debate que debe darse en forma seria, responsable, pensando siempre en el bienestar de las familias y sin afectar a las Pymes, que son las grandes generadoras de empleo en el país”.

Asimismo,  explicó que  el mecanismo de reajuste del salario mínimo será en tramos de acuerdo al crecimiento del PIB,* de modo que hasta un 4% de crecimiento del PIB, el reajuste será de 2,5% real. Si el crecimiento excede el 4% el salario mínimo se reajustará en los mismos puntos porcentuales que exceda dicho 4%.

Además, dijo “se mantiene la mejora del primer tramo de la Asignación Familiar y el Subsidio Único Familiar” en 0,5% adicional para agosto 2018.

El Congreso solo puede aprobar o rechazar el veto y no tiene facultades para modificarlo o dividir su votación.

Para aprobarlo se requiere la mayoría simple de ambas cámaras. Si no hay mayoría, ambas cámaras deben tener 2/3 para insistir con el texto despachado, de lo contrario, no hay ley respecto de los puntos en discrepancia. Es decir, no habría ley ni reajuste.