La repetida frase “Arica y Parinacota también tiene bosques”, y que en ocasiones no era muy creída en otras latitudes, hoy tiene un sustento riguroso y un nuevo punto de partida para hablar con propiedad de los recursos vegetacionales nativos de la región. Tanto así que “sorpresa y alegría” fueron las expresiones usadas por la intendenta de Arica y Parinacota, Gladys Acuña, al recibir de manos del director ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres el nuevo Catastro de Recursos Vegetacionales de esta región del extremo norte de Chile.
La autoridad agregó que “esta es una buena noticia no sólo para el mundo científico y académico, sino que representa un gran desafío y la oportunidad para poder trabajar con nuestra comunidad, en lo que significa hacernos responsables de estas especies, de su cuidado, mantención, y su conservación”.
El documento visibiliza, después de casi veinte años, las reales cifras de tales recursos, ya que actualiza el Catastro del año 1997, donde la región aparecía con cifras cero, y ahora arroja y clarifica una superficie muy distinta.
Aarón Cavieres, director ejecutivo de CONAF, quien llegó a la ciudad a encabezar la entrega del documento, indicó que “este nuevo registro nos abre un mundo en materia de gestión de los recursos vegetacionales, porque lo que hemos hecho es mirar más de cerca respecto del Catastro anterior”. Se refiere así al cambio de escala que pasó de 1/250.000 a 1/50.000 en el actual estudio. “Al mirar más cerca –agregó Cavieres- aparecen cosas que de lejos no vemos, y así aparecen cincuenta mil hectáreas de bosques de queñoa, lo que es una tremenda superficie. La cifra –acotó- es muy cercana a los bosques de ciprés de la cordillera, que tenemos muy registrados en la zona central del país, y es más superficie que los bosques de pino oregón que hemos plantado, por tanto esto nos cambia la visión que tenemos del norte y me imagino que también la visión que en la propia región tienen de sí mismos”.
En virtud a la mayor escala de precisión con que se trabajó el nuevo catastro, además de la claridad sobre el bosque nativo, los datos se acrecientan con casi un millón de hectáreas, si se agregan las praderas y matorrales, y comparativamente muestra 134 especies vegetacionales más, que no reflejaban la medición de hace dos décadas. Sólo este tema da para una nueva crónica.
Uso del suelo regional
Guillermo Cisternas, director regional de la entidad, valoró el nuevo catastro como “muy importante, porque nos permite tener una dimensión que no existía de la vegetación nativa y del uso del territorio a través de la vegetación. Esto además de representar una línea base del tema, conlleva ámbitos de trabajo diferentes, tanto a los privados, a los tomadores de decisión, como a los servicios públicos que deben fiscalizar estos cambios en el territorio”, indica. Y es que el documento ofrece asimismo información precisa acerca del uso de la tierra en la región al año 2014, cuando se desarrolló el estudio a través de la Consultora Biota Ltda.
En este sentido el bosque nativo representa el 2,78% del territorio regional, ubicándose en el tercer uso predominante de la tierra, luego de las praderas y matorrales que abarcan un 55%. El desierto absoluto a su vez abarca poco más de un tercio de la región (39%) dentro de la categoría o sub uso denominado áreas desprovistas de vegetación -665.853 hectáreas-, la que abarca además playas, salares y cajas de río, entre otras clasificaciones. El cuarto lugar, que ocupan los humedales (1,40%, con 23.759 has.), también entrañan más vegetación, pues en esta categoría se representan los bofedales y vegas, así como las especies herbáceas de las orillas de río.
Verónica Oyarzún, jefa de Monitoreo de Ecosistemas Forestales de la Corporación, expuso en el lanzamiento los resultados y desafíos más importante para el sector, en tanto el el investigador Luis Faúndez Yancas, de la Consultora “Biota” expuso sobre la metodología utilizada, que incluyó además de la batería de instrumentos de cartografía digital e imágenes satelitales, fuertes campaña de terreno.
Para la oficina regional de CONAF, el contar con el nuevo Catastro de Recursos Vegetacionales, era una sentida aspiración, y se da justo cuando la entidad lleva adelante una serie de procesos enfocados en el desarrollo de políticas de largo plazo para los recursos vegetacionales del país.
A este respecto el director ejecutivo de CONAF, destacó la activa participación regional en el trabajo de construcción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, actualmente en Consulta Ciudadana y Diálogo Indígena. Cavieres precisó que: “Estamos trabajando en la zona norte un esfuerzo de política complementaria, que se va a integrar a la política forestal nacional, y que busca tener una mirada particular sobre esta región, sus desafíos de uso sustentable, respetando las miradas de las culturas de los pueblos originarios de esta región. Por tanto hay tenemos un tremendo trabajo, donde vamos a vincular, imbricar todo lo que tenemos como base de conocimiento, buscando construir una agenda de largo plazo, que dé cuenta de todas las potencialidades, tanto de conservación como de orden productivo, donde destacan los usos medicinales, y enfrentando a la vez las amenazas para que este patrimonio tan único, tan singular de esta región se conserve a futuro y se use sustentablemente”.