Hoy en día, mientras pone la mesa en su casa para recibir a la intendenta, Gladys Acuña y a la seremi de Educación, Giulia Olivera, recuerda con los ojos cansados esa época en la cual tenía que salir a la calle todos los días para vender jugos naturales y así pagarse la universidad, sin saber si el día de mañana tendría o no dinero suficiente para seguir adelante.
El recorrido diario de los jugos naturales
“Me levantaba todos los días temprano y partía con las botellas a la calle. Primero fueron 10, luego 15, 20, hasta 40 botellas logré cargar por jornada, incluso tenía más músculos en esos años” cuenta Nathalie, entre risas, mientras termina de servir un vaso de jugo de guayaba natural de los que aún prepara a veces en su casa.
Cuenta que fueron años difíciles, incluso terminó peleada con mucha gente por los préstamos que pidió para pagar el saldo restante, ya que al día ganaba en promedio $15 mil pesos, monto con el que tenía que vivir, movilizarse, pagar fotocopias de libros, además de los $295 mil pesos mensuales que le costaba Sicología.
“Terminé pidiéndole hora a la asistente social de la universidad para ver si tenía alguna posibilidad de ayuda estudiantil. Esperé como un mes para que me dijera que no tenía ninguna chance y que tendría que seguir pagando de manera normal. Para mí eso fue terrible porque significaba que seguiría endeudándome y tuve que seguir así hasta 4° año. Ahí paré porque la deuda ya era demasiado grande” relata Nathalie mientras recuerda con lágrimas ese momento en el cual tuvo que tomar una decisión drástica, cambiarse o dejar de estudiar.
La llamada que confirmó la Gratuidad
Cuando logró entrar a la Universidad de Tarapacá, el primer beneficio que recibió fue el crédito estudiantil. Un año después, en febrero, la llamaron desde el Mineduc para informarle que sería una de las primeras estudiantes con derecho a gratuidad a nivel nacional y que este beneficio cubriría todos los gastos de la carrera, incluyendo hasta la matrícula anual.
“Fui una cliente para la universidad pagada, me esforcé, me endeudé hasta más no poder y terminé pidiendo prestado para estudiar hasta que dije no más, esto se acabó y no puedo seguir así. Me fui a la UTA y quedé, luego postulé a la gratuidad y no podía creer cuando me dijeron que había quedado. Esto fue un giro a mi vida y de verdad solo puedo agradecer esta oportunidad de poder terminar mis estudios y que estas ojeras sean por leer y no por tener que cargar jugos para cumplir mi sueño” agradeció Nathalie.
Historias comunes
En la mesa, tanto la Seremi de Educación Giullia Olivera como la intendenta Gladys Acuña, escucharon con atención la experiencia de Nathalie y los cambios y sacrificios que tuvo que realizar para estudiar, abnegaciones que en parte recuerdan su propia experiencia universitaria.
La intendenta Acuña agradeció la hospitalidad y el cariño de Nathalie, además de recordar las diferencias que se busca resolver con la Reforma Educacional que impulsa el Gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet.
“Efectivamente, nuestra Mandataria lo ha dicho: la Reforma Educacional ha llegado, queremos que se quede y por eso estamos trabajando. Agradecemos a Nathalie por abrirnos las puertas de su casa. Ella vivió lo que era la educación de mercado y también lo que es la gratuidad como derecho social y creo que pocos puede oponerse a eso” indicó la máxima autoridad regional.
Por su parte, la seremi de Educación, visiblemente emocionada aún, rememora el foco que busca la Reforma Educacional en nuestro país.
“Esta es la Reforma de una mujer que lleva a este país a lo que corresponde: a la justicia social a través de la educación. Es muy triste ver por decenios que jóvenes talentosos y chicas talentosas no pudieron estudiar por un problema de bolsillo, eso es lo que emociona, que ahora tengamos a 130 mil familias en Chile que podrán cumplir sus sueños gracias a la gratuidad y eso es una realidad tangible que irá creciendo” indicó Olivera León.
Gratuidad y Calidad
Tras la firma del proyecto de ley de #GratuidadYCalidad que Reforma el Sistema de Educación Superior se busca sentar las bases para que la gratuidad universitaria y técnica profesional se desarrollen desde la equidad y que se privilegie el talento de cada estudiante antes que el patrimonio que posee cada familia.
La propuesta del Gobierno busca ir aumentando la cobertura de manera gradual a medida que el PIB del país vaya creciendo y con ello agregar más déciles hasta llegar a la gratuidad completa en la educación superior, manteniendo las becas y créditos hasta ese momento como apoyo complementario.