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Un llamado hizo la intendenta Gladys Acuña al alcalde de Arica, Gerardo Espíndola a comprometer su gestión con los grandes proyectos ciudadanos  que han esperado largo tiempo y que hoy el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet está realizando a través del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas (PEDZE).

“En estos 7 meses de la gestión comunal, lo que habríamos esperado es que el alcalde imprima un sello distinto y se  sume a las iniciativas que tenemos en marcha y que requieren un municipio activo. Reclamarnos por impulsar y concretar el proyecto del Museo Antropológico en San Miguel de Azapa, logrando su financiamiento en el Consejo Regional es desconocer la voluntad ciudadana que ha solicitado por largo tiempo que desarrollemos esta obra y que superemos la etapa de las promesas”, planteó la autoridad.

Acuña lamentó que el jefe comunal impulse una polémica artificial desde la desinformación, señalando que se ha desconocido una consulta pública no vinculante que realizó el municipio en enero de 2016, al impulsar la ampliación del actual museo junto a la Universidad de Tarapacá.

“Quiero aclarar que hace un mes, el propio Core aprobó el financiamiento para desarrollar el diseño de un Centro Cultural Urbano que atiende la demanda ciudadana de exhibir no solo la Cultura Chinchorro, sino que también toda la  histórica regional, como también  ofrecer un espacio para el desarrollo de diversas disciplinas artísticas. Por tanto, la ciudad y la región se enriquecen con estas iniciativas, una apertura no sólo en el ámbito científico sino también en lo cultural y turístico. Le pedimos entonces al alcalde que se involucre y se sume a estos proyectos  que sin duda hacen crecer a la región”, afirmó la intendenta.

La máxima autoridad regional expresó que de esta forma, con dos iniciativas, una que considera el Valle de Azapa y otra a la ciudad, “nuestro Gobierno finalmente ha concretado lo que la administración anterior jamás hizo, al quedarse eternamente en la promesa grandilocuente de construir el Gran Museo de la Cultura Chinchorro, que nunca avanzó ni menos lo construyeron. Así tal cual como pasó con el Embalse Chironta o el Entubamiento del Canal Azapa o la construcción de viviendas, que se quedaron en promesas con muy buen marketing”.

Agregó  que “con estas dos iniciativas le damos la relevancia que corresponde al valle de Azapa y a la Cultura  Chinchorro y a su comunidad, al potenciar el museo que requiere una ampliación para exhibir más de 2 mil piezas que hoy están guardadas por falta de espacio; e impulsamos el turismo en una comunidad agrícola.  Asimismo, con el Centro Cultural en Arica, instalamos el ícono de esta cultura en la ciudad”, sostuvo la intendenta.

La intendenta manifestó que es valorable el compromiso de la UTA con la región, al disponer de 1.000 millones de pesos anuales para la operación del futuro museo. Ese respaldo institucional, dijo, debería ser imitado por otras instituciones como el municipio, para el caso del Centro Cultural Urbano u otros proyectos que tiene en carpeta la gestión comunal y reclama su concreción.

“Y no sólo eso. El proyecto de la universidad considera un Consejo Consultivo que será integrado por representantes de la ciudadanía y de los ámbitos público y privado, para monitorear el que hacer del museo. Junto con ello existe el compromiso de desarrollar acciones para que la población más vulnerable de la región acceda gratuitamente a este museo. Así este proyecto tiene una dimensión social y ciudadana, con el fin de que la comunidad se identifique con este tesoro cultural. Por tanto, de Arica no nos hemos olvidado”, puntualizó.

Finalmente, la intendenta dijo que esperaría que el alcalde también muestre su verdadero compromiso con la ciudad con otras acciones, revelando, por ejemplo, los planes que tiene para garantizar que las distintas obras públicas entregadas para su cuidado y mantenimiento, luzcan limpias y sin daños.

“Se extraña una mano distinta que nos permita asegurar que los paseos costeros de Cuevas de Anzota o Playa Brava y próximamente de Playa Corazones, estarán bien cuidados. No vemos vigilancia, ni planes de limpieza permanente o una administración de estas áreas que no empañe su arquitectura. Lo mismo extrañamos con el Plan de Recambio de Luminarias o con las áreas verdes y la gestión de la basura domiciliaria. Reclamar al Gobierno es lo más cómodo en tiempos electorales, pero lo que espera la ciudadanía es el compromiso de sus autoridades en el hacer y no atacar al otro por construir o concretar proyectos que esperaron por larga data”, subrayó Acuña.

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